jueves, 3 de enero de 2013


El dispositivo analítico.
El dispositivo analítico es un artificio que posee reglas y métodos propios. A través de la palabra se busca nombrar el sufrimiento o articular un enigma, poniendo fin a  ese sufrimiento “de más”. Al decir de Freud: transformar la miseria neurótica en sufrimiento común.  Se trata de recuperar el valor de la palabra como herramienta que permita escribir otra historia individual. El psicoanálisis no es una experiencia mística o religiosa. Es un método que despliega una secuencia que comienza por la transferencia, se articula con el síntoma y finaliza en el fantasma que lo produce.  J. A. Miller agrega, “en un mundo donde cada uno puede sentir que es de aquí en más desechable, el encuentro con el psicoanalista sigue siendo un claro en el bosque, un enclave íntimo, podemos incluso decir un oasis espiritual. Alguien que lo recibe en tanto que usted es un ser aparte, una excepción que vale por sí misma, no cualquiera, no un número, no un ejemplar de su clase sectaria o de su clase social” (Columna del Diario Le Point).   
El análisis intentará re-inventar un lugar en el mundo que nos desvíe de los caminos recorridos, los mismos que en numerosas ocasiones nos han conducido a tropezar con la misma piedra.  Y si bien es cierto que se suele explorar la vida mirando hacia atrás, la misma ha de ser vivida mirando hacia adelante. Por lo tanto, si estás dispuesto a que gane el quiero la guerra del puedo, intenta otra escucha, una que hacia allí te lleve.