Cuatro torres quieren matar a mi madre
Mami repite
una y otra vez, “el cuerpo del delito” .
A la tercera vez la interrumpo y le pregunto a qué se refiere. Me dice, “es el
calefón, ese es el cuerpo del delito”. Hoy me llamó para contarme que la
quieren matar. Son cuatro las torres y quieren matar a mi madre. El asunto es
serio así que no se por qué adquirió para mi tonos de tragicomedia. Me van a
linchar, me cuenta. Y ahí nomás se explaya en los golpes a su puerta, los
vecinos que no la saludan, las amenazas que le dejan por debajo de la puerta en
forma de dibujos de tumbas y cruces. La escucho, sí, la escucho. Son cuatro
torres, son muchas familias, sin gas, nada de gas, nada, por nueve meses, más o
menos dice. Y sucedió así: el calefón
del vecino tenía “como explosiones”, muchas, seguidas. Y ese calefón está
pegado a su pared, ella lo oía tanto hasta que un día no aguantó más. La
preocupación se hizo miedo. El miedo obsesión y de allí al pánico, sólo bastó
una última mañana de ansiedad y aburrimiento.
Se imaginó que todos volaban por el aire. Así como la tragedia de
Rosario me recuerda, “¿viste lo que siempre pasan por las noticias, de los
edificios que vuelan por los aires?”, pregunta.
Yo no vi, pero sí me acuerdo lo de Rosario, la tragedia por el escape de
gas que mató a tantos y que sacudió al país.
Entonces ella llamó a Metrogas, que en una muestra de extrema precaución,
cortó el gas ni bien ella colgó el teléfono. Así fue que en las cuatro torres
de mi madre, dejó de haber gas. Es decir, nadie podrá cocinar, bañarse o
apaciguar el frío del invierno con gas. Poco a poco le fue creciendo el miedo,
no el miedo originario a explotar, sino el que le vino después cuando todo fue
empeorando seguido de su llamada a Metrograss. No habló con el vecino previamente
a la denuncia porque “no paga las expensas” y ahora ese desgraciado tiene un
termotanque, nadie tiene termotanque porque es carísimo, está el tipo mejor que
todos”, agrega mi madre. Y no dice “el
tipo está mejor que todos” sino “está el tipo mejor que todos”, mi madre es
diferente al hablar. Sí. A veces sólo habla en diminutivos: “estoy con un
saquito por el frío en este departamentito chiquito”. Otras, cuando atiende el
teléfono por ejemplo, no saluda como suele hacerse, sino que pasa a contar lo
que venía haciendo: “estoy poniendo la comida en el horno porque tengo que
cocinar ya” y ese es su no-saludo. En lo
que respecta a las cuatro torres, es así que en
ellas nadie puede bañarse, ella tampoco, me cuenta, apenas si logra una
ducha rápida con un calentador de agua eléctrico que pudo comprar pero no puede
lavarse la cabeza porque se acaba el agua caliente enseguida. Le vino un resfrío horrible porque el agua no
calienta bien. Después y debido a las amenazas y al susto que le dio, comenzó a
marearse, tan así que no sale ni viaja a buscar plata donde la dejó, en Suecia y
es que además, día a día Metrogas rompe algo a las cuatro torres para arreglar
el desarreglo. Por momentos se le ocurre decir, “uy, qué desastre para los
demás”, que es cuando logro decir un tímido “y sí ”, pero no, ese sí le molesta
mucho y se pone a decir sin pausa, “es que prefieren volar por los aires”. Se
me ocurre pensar mientras la escucho, “en Buenos Aires nos gusta volar por los
aires”. Es cuasi poético como voy imaginando mi ciudad, ahora que la elegí
también para el retorno, volar por los aires como vuelan las mujeres de
Chagall.
Mi madre
quiere irse del país, otra vez. Ya se fue muchas veces y otras tantas regresó. ¡En Estocolmo todo funciona tan bien! Pero hay tanto lío en las cuatro torres que no
puede partir, no puede ni siquiera huir una vez más. Es que hay miedos y cosas
horribles que pueden pasar porque todo está mal acá, la gente no se da cuenta,
me dice, no piensa. Entonces veo el círculo que nunca se abre, gira, gira, gira,
es imparable, estamos colgados de él y vamos dando vueltas sin poder salir,
repitiendo, rodando, buscando el movimiento que no avanza, sólo se mueve
alrededor del miedo que lo hace todo pequeño o tremendamente enorme y así, así
de grande e imposible.
Moira
Nardi
Derechos
Reservados
Moira !!! me complace leerte . muy buen trabajo !!. Escribir para decantar lo turbio y recuperar la transparencia cristalina .
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